Capítulos 08 al 10

08 – Un día de muchos giros  - día gris en la industria

El día que más giros dí en mi vida, fue un día gris de Diciembre, en el cual de a ratos llovía.
Luego me di cuenta que en realidad no era lluvia, sino miles de lágrimas por la caída de un grande de los cielos. Fue el día del cierre de Pan American World Airways.
A la cantidad de pasajeros que habitualmente llegaban a la oficina de Varig, se sumaron cientos de desesperados pasajeros de la gran aerolínea norteamericana.
Los pasajeros  de Pan Am que llegaban en “oleadas” eran todos extranjeros en busca de una solución para retornar a su país.
Al principio el personal de la “Ticket office” no había recibido aprobación de la Gerencia para aceptar los billetes endosados de la aerolínea caída en desgracia, por lo que no existía solución gratuita para los pasajeros.
Quienes se decidieron a comprar un nuevo billete para volar con Varig fueron los primeros que pudieron coordinar su viaje ocupando así las primeras fechas con lugares disponibles. Estos pasajeros o se resignaron a perder su billete de retorno, o dejaron pendiente el realizar un posterior reclamo en su país de residencia.
El resto de los pasajeros aguardaba de a ratos en la oficina en el área de recepción y de a ratos iba hasta la oficina de Pan Am para ver si había surgido algún cambio en la situación.
Por ello yo estaba en un continuo girar, y los funcionarios de Varig estaban continuamente ocupados atendiendo tanto pasajeros de su aerolínea, como pasajeros de la otra.
Los pasajeros que se iban cuando volvían nuevamente retiraban un número para saber si había  alguna nueva directiva en referencia a la aceptación de los endosos.
Sobre el final de esa tarde llegó un comunicado de Varig Casa Matriz autorizando a aceptar billetes de Pan Am para volar con Varig, solo en los casos de billetes con viaje ya iniciado (se aceptaba solamente pasajeros con retornos pendientes).
En cuanto fue aceptado el primer billete de Pan Am para viajar en Varig la noticia se corrió como un reguero de pólvora. Rápidamente el hall de la aerolínea se llenó de pasajeros exhibiendo sus billetes con el brazo levantado. La escena se parecía a una frenética sesión de Wall Street, en la que todos pujaban por realizar la mejor inversión en la bolsa.
Los pasajeros que estaban presentes fueron atendidos (incluso fuera del horario de oficina), y aquellos que llegaron a la aerolínea cuando ya estaba cerrado, no tuvieron más remedio que resignarse y esperar hasta el día siguiente para encontrar la solución a su problema.
A primera hora del día siguiente, incluso antes de que la aerolínea abriese ya había gente esperando para girar por mis hojas ….
Desafortunadamente para estos pasajeros, cuando el personal de la aerolínea Brasileña llegó a la oficina, había una nueva comunicación de la Casa Matriz dando un paso atrás en la decisión de aceptar billetes de Pan Am (las negociaciones con la aerolínea norteamericana no habían llegado a buen término).
El desfile de pasajeros continuó durante todo el día y casi volví a batir mi récord de giros, pero como no se volvieron a aceptar billetes endosados ya al siguiente día la cantidad de pasajeros fue mermando para volver casi al volumen normal ….



09 – Cuánto paga la empresa por una deposición?

En alguna que otra ocasión el gerente de la aerolínea coordinaba reuniones con algún sector específico, forzando así a los funcionarios a quedarse en la oficina fuera del horario normal.
La mayoría de estas reuniones tenían por finalidad motivar al personal, o por el contrario expresar la disconformidad del gerente con la actuación de la sección convocada.
Tanto en un caso como en el otro, ningún empleado esperaba con ansias las mismas, y no se precisaba ser ni humano o intuitivo para leer eso en sus rostros. En cuanto los implicados recibían el aviso de una reunión las caras se alargaban en forma espontánea ....
Las reuniones no tenían un lugar fijo y podían efectuarse en el despacho del gerente, o si la cantidad de asistentes era alta podían concretarse en la “loja” de pasajes o en el subsuelo (donde originalmente se situaba la Contaduría y el sector de Reservas).
Fuere donde fuere que se reunieran (fuera del horario de atención al público), debido al silencio reinante en el local yo prácticamente escuchaba la totalidad de las conversaciones.
Debido a ese silencio reinante, al igual que los funcionarios también yo debí padecer una larga serie de sanatas por parte de la jerarquía.
Me consta que ninguna de las reuniones logró motivar/inspirar a ningún empleado, por el contrario, al retirarse siempre en sus rostros se reflejaba tedio y cansancio.
No se trataba solo de mi interpretación de sus caras, sino que al día siguiente al escuchar los comentarios sobre la reunión siempre oía los mismos vocablos; hastío, fastidio, pérdida de tiempo, ilógico, carente de sentido, etc. etc.
Para que ustedes puedan tener una idea aproximada de la utilidad y tenor de las reuniones, a continuación les voy a detallar resumidamente lo expresado en una de ellas por el gerente.
En esta ocasión “la mano” no venía de incentivar, sino de reprender por la falta de espíritu de equipo de un sector específico.
Si bien el discurso en sí no acarreaba una reprimenda directa, la duración del mismo (dos horas y treinta minutos) llevó a que todos lo asumieran como una penitencia.
En el “speech” del gerente los empleados fueron llevados a los inicios de la empresa para luego con el correr de las horas llegar al tiempo presente. Por si eso fuera poco, como castigo adicional los convocados “fueron transportados” a un hipotético futuro (solo a efectos de prolongar más la duración del evento).
En una parte del discurso, sin finalidad alguna (al menos no la supieron encontrar los empleados que comentaban sobre el hecho al día siguiente) el jerarca relató lo siguiente:
“En mis inicios en la empresa yo estaba asignado al sector “NNN” y tenía un jefe muy estricto. Él nunca estaba conforme con el desempeño de ninguno de sus subordinados.
Era muy común oír sus quejas  y reprimendas, y también era frecuente que él mencionara que era la empresa la que pagaba nuestros sueldos.
En una oportunidad luego de una de sus clásicos rezongos tuve necesidad de ir al baño.
Una vez que estuve sentado en el inodoro haciendo mis necesidades me puse a pensar.
Llegué a la conclusión de que durante esos minutos que estaba cagando en el baño me estaban pagando el sueldo!!! Me estaban pagando por cagar!!! La empresa durante ese período de tiempo me pagaba por cagar …
De allí en más esperaba ansioso el momento del día en que iba al baño”



10 – No seguros de su destino, ni de su medio de transporte

Muchos fueron los que llegaron confusos a la aerolínea, sin estar seguros de donde estaban, de hacia donde iban, o por que medio de transporte lo harían.
La siguiente es una compilación de algunas de las experiencias mas graciosas que tuve oportunidad de presenciar.

Apenas pasada la media tarde llegó a la oficina de pasajes una señora que, al igual que el resto de los clientes, retiró un número y esperó a ser atendida ..
Cuando llegó su turno se acercó al mostrador de informes y a quien la atendió le explicó:
- Quiero viajar a los Estado Unido ...
El agente de pasajes para poder realizar la cotización le preguntó a la cliente cual era la ciudad a la que deseaba viajar ...
La respuesta de la señora fue: - Al Niuyó! Ahí donde están los parques del Disney !!!
Fueron aproximadamente 5 minutos lo que le llevó al funcionario poder dilucidar cual era el destino real de la señora (el destino lo pudo confirmar luego de múltiples preguntas, muchas de ellas respondidas con inexactas respuestas).
Para satisfacer vuestra curiosidad les cuento que la señora finalmente precisaba viajar a Washington DC, donde residían sus familiares ...

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En esta ocasión era casi la hora de cerrar cuando ingresó al local una señora muy apurada que no retiró ni número, ni consultó nada en la recepción.
Muy segura de lo que precisaba se fue directamente hacia el mostrador de informes.
Allí el uniformado le dio la bienvenida y la señora respondió con la siguiente frase:
- Yo quiero viajar a New York en el transbordador!
El empleado podría haber aprovechado la ocasión para aclararle a la potencial pasajera que para ello debería pasar por un proceso especial de entrenamiento en la Nasa, y que dicho viaje solo podría llegar a despegar de Cabo Cañaveral y no desde Montevideo.
En lugar de ello el funcionario, mientras señalaba a la maqueta del MD11, aprovechó para ofrecerle a la señora un viaje a New York en las modernas aeronaves que recientemente había adquirido Varig, aclarando que dependiendo del día el equipamiento podría ser un MD11 similar al presente o podría ser el famoso Boeing 747 400.
La respuesta de la señora no se hizo esperar: - Pero y cuanto me sale por el transbordador?

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A los empujones y tironeando de 2 niños, llegó esta señora a la entrada de la aerolínea.
Ingresó tropezando y golpeando mis hojas, en su afán por hacer cupo para tres cuerpos en un espacio no diseñado más que para uno.
Ya adentro del local fue directo a la recepción y, literalmente, le tiró unos pasajes encima del  escritorio a la recepcionista mientras ésta agendaba algo ....
Cuando la recepcionista pudo derivar la llamada que estaba recibiendo se dirigió a la señora y le preguntó: - En qué puedo ayudarla?
La señora solo gruñó: - 4 pasajes y 1 bodega
La recepcionista que aún no había visto los billetes respondió: - Perdón?
Levantando los pasajes la señora repitió: - Quiero confirmar cuatro pasajes y una bodega
Al ver los pasajes de Buquebus la respuesta de la funcionaria de la aerolínea no se hizo esperar: - Buquebús es en la esquina señora, aquí es Varig, la aerolínea Brasileña
La señora mientras sus niños concientes de la confusión se reían a más no poder, insistía en que ella estaba en el lugar indicado para confirmar sus pasajes, y además que no era la primera vez que hacía la gestión.
Finalmente la recepcionista le propuso lo siguiente: - Por favor cruce a la plaza por un momento, y mire hacia nuestra oficina. Se va a encontrar con una marquesina de aproximadamente 15 metros con el nombre de nuestra aerolínea, Varig.
Si mira desde allí hacia la esquina va a encontrar otra marquesina de aproximadamente el mismo tamaño que dice Buquebus. Allí es hacia donde usted se debe dirigir ...
Incontenibles las risas y burlas de los niños. Es muy probable que hayan pasado el resto del día en penitencia.