Capítulos 04 al 07

04 - Empleado eficiente vs. La embajada de Japón

En el horario del mediodía, como en la mayoría de las empresas, en la aerolínea brasileña los empleados tomaban turnos para salir a almorzar. Varig durante ese lapso de 2 horas  funcionaba con la mitad del personal.
Específicamente en el sector de Pasajes la atención del mostrador quedaba en manos de  un solo funcionario y solo dos funcionarios quedaban en los escritorios de atrás dedicados a la emisión de billetes.
El flujo de público que se hacía presente en la aerolínea no disminuía demasiado al mediodía y era frecuente que siempre hubiera pasajeros sentados en los sillones de la recepción en espera de ser atendidos.
En esta oportunidad el funcionario de turno en el mostrador ya estaba atendiendo a un cliente cuando sonó el teléfono a su lado.
Antes de tomar el teléfono el funcionario se disculpó con el pasajero presente …
funcionario: - O senhor me pode desculpar só um momento, por favor?
pasajero: - Pois nao!
funcionario: - Varig buenos días, en que puedo ayudarlo?
voz al teléfono: - Buelos días, le hablo de la Embajada de Japón. Me pasalon pala ahí polque el depaltamento de leselvas esta ocupado. Pleciso una infolmación!
Funcionario: - Como no, con mucho gusto, permítame un momento que ya estoy con Ud.
Mientras el funcionario se asignaba en la terminal libre, justo al lado de la que tenía ocupada con el proceso de reconfirmación, volvió a dirigirse al pasajero presente:
funcionario: - O senhor tem a sua passagen? Se nao for assim nao se preocupe, se tem os dados principais como o número de voo e a data da viagem ja é suficiente.
pasajero:  - Acho que sim, que esta aquí comigo
Mientras el pasajero buscaba su billete entre sus pertenencias el funcionario tomo el tubo:
funcionario: - En qué lo puedo ayudar? Qué información precisa?
voz al teléfono: - Quielo sabel que dias tienen vuelo pala el aelopuelto de Nalita, a que hola salen y a que hola llegan
El funcionario tecleo en el monitor y respondió:
funcionario: - El vuelo al aeropuerto de Narita es operado los Martes, Jueves y Sábados. La conexión parte desde Carrasco a las 16 hrs y llega dos días después a Japón, a las 15hrs locales. Desea alguna información adicional?
voz al teléfono: - Sí pol favol. Pleciso los plecios de los pasajes de clase ejecutiva
funcionario: - Permítame solo un momento y estoy con Ud. nuevamente.
El funcionario se cambió nuevamente de terminal y continuó atendiendo al pasajero presente que ya había encontrado su billete
pasajero: - Eu gostaria de ja ter asignada a poltrona pra minha viagem
funcionario: - O senhor prefere janela ou corredor? Fumante ou nao fumante?
pasajero: - Prefiro corredor no setor fumante
funcionario: - Pois nao. Só um momento por favor.
Nuevamente el empleado cambió su posición en el mostrador y consultó datos en la otra terminal. Luego tomó el tubo que había dejado apoyado sobre el mostrador ...
funcionario: - El costo del billete solo ida en clase ejecutiva es USD 3200 más  impuestos  y tasas, y el costo del billete ida y vuelta es USD 5900 más impuestos y tasas
voz en el teléfono: - Si se viaja con pasapolte diplomático hay que pagal impuestos? Cómo selía el plecio final?
funcionario: - permítame  corroborar la información para pasaportes diplomáticos. Un momento  si es tan amable
voz en el teléfono: - Pol supuesto
Con otro cambio de posición el empleado volvió con el cliente que estaba presente ..
funcionario: - Ja ficou comfirmada sua poltrona. O número é 21C, corredor no setor fumante. A presentacao no aeroporto debe ser como mínimo uma hora e meia antes de partida do voo. Bom dia, e que o senhor tenha uma boa viagem de retorno!
pasajero: - Muito obrigado. O senhor me poderia informar onde eu posso comprar uma lembranca tipica Uruguaia pra levar como um presente?
funcionario: - Pois nao!, o senhor pode me aguardar só um momento?
Otra vez el empleado de la aerolínea volvió a cambiar de posición para ocupar la otra terminal. Luego de que digitó y obtuvo información de aquella pantalla tomó el teléfono ..
funcionario: - Si viaja con pasaporte diplomático acreditado en nuestro país frente al Ministerio de Relaciones Exteriores queda exonerado de pagar el impuesto Uruguayo, por lo que el precio final es el monto que corresponde solo a la tarifa ya cotizada
voz en el teléfono: - Mucha glacia. Y si  no tiene pasapolte con acleditación cual es el plecio final?
funcionario: - Un momento por favor que ya se lo calculo ...
A esta altura el empleado ya llevaba más de cinco minutos cambiando de posiciones e intercalando la atención telefónica con la atención personal. Una vez más volvió a cambiar de posición en el mostrador y retomó contacto con el pasajero presente.
funcionario: - O senhor  conhece a nossa  rua principal? Se o senho ao sair da nossa loja vira a izquerda e camina uns 40 metros vai chegar a avenida 18 de Julho. Ahí tem que virar a izquerda e vai ter que andar umas duas cuadras até casi chegar a outra praza. Pela principal avenida em ese quarteirao vai encontrar varias lojas de lembrancas ..
pasajero: - Muito obrigado novamente pela sua ajuda. Até a próxima ..(y se retiró)
Ya nuevamente con el teléfono en la mano el funcionario informó:
funcionario: - El precio final es USD 3296 pasaje solo de ida, y USD 6097 el pasaje de ida y vuelta en clase ejecutiva ya con impuestos y tasas incluidos. Precisa alguna información adicional?
voz en el teléfono: - No, mucha glacia Waltel
En una fracción de segundo se preguntó … pero cómo sabe mi nombre si nunca se lo dije? y no le tomó más que otra fracción de segundo darse cuenta que lo habían estado gastando durante un rato largo.
Giró su cabeza en dirección al fondo de la oficina para encontrarse con sus compañeros con  lágrimas en los ojos, doblados al medio, agarrándose los vientres mientras se desternillaban por la ocurrente broma.
Debió respirar hondo para contener la risa y poder llamar al siguiente pasajero que aguardaba ser atendido en la recepción …



05 – Viviendo en el exterior - recusando de la lengua materna

De entre tantas personas que giraron conmigo en mi primer verano, a éstas las recuerdo especialmente.
Se trataba de un trío formado por una ostentosa pareja de veteranos y una señora de aspecto común y corriente.
Luego de ingresar al local, la señora más pituca encaminó a la otra hacia el área de espera y allí tomaron asiento. El caballero se dirigió directo hacia el mostrador de pasajes.
Al señor no se lo veía en exceso acalorado, sin embargo, paseaba con la camisa abierta hasta la mitad del pecho. No había lugar a dudas que lo hacía para exhibir las 3 o 4 cadenas de oro 18K que de su cuello colgaban. Todas cadenas de anchos eslabones, con varias medallas y crucifijos del noble metal. En sus muñecas lucía también gruesas pulseras del mismo material, y en sus dedos anillos de tal tamaño que se le dificultaba flexionar sus falanges. Si su tez fuera más oscura con seguridad lo hubiesen confundido con Mr. T de “Los Magníficos”.
Para atenderlo, el funcionario de la aerolínea debió entrecerrar los ojos por el exceso de brillo.
Mientras del bolsillo de su pantalón sacaba un par de billetes aéreos, en un inglés con acento criollo el señor dijo: - “Ai laik tu riconfirm aur flait vac tu Niuyor”
El joven empleado tomó los pasajes e ingresó en el sistema informático el nombre y apellido del pasajero, la fecha de viaje, y el número de vuelo. Una vez reconfirmada la reserva el uniformado le dijo al caballero del destellante metal: - “I need your phone number in Montevideo in case we might need to contact you”
“Ueit a miniut, plis”, respondío el caballero. Luego giró el torso con dificultad (debido al exceso de peso que pendía de su cuello). Buscó con la mirada a su emperifollada esposa y con un vozarrón le gritó: - “Ché!! Pocha … ¿Cuál es el teléfono de la casa de tu madre?



06 - En qué parte de la manzana queda la esquina?

La dirección exacta de la oficina de Varig era Río Negro 1362.
Por la numeración, quien no conocía dicha cuadra podría hacerse la idea de que la oficina estaba cerca de la esquina (de 18 de Julio), pero el local prácticamente estaba ubicado a mitad de cuadra (tan cerca de  la avenida 18 de Julio, como de la calle Colonia).
Al ubicarse frente a una plaza la oficina era fácilmente localizable.
Instalado en el techo del edificio, el luminoso de neón con el nombre de la aerolínea era visible desde lejos ....
Si bien yo era el destaque principal del local, el hall de recepción contaba también con  una maqueta que era objeto de atención y admiración por parte de quienes ingresaban al lugar.
La réplica en cuestión representaba al MD11, el nuevo equipamiento fabricado por  la empresa McDonnell Douglas que recientemente había sido adquirido por la aerolínea Brasileña para muchos de sus vuelos de “long haul”.
Lo que la diferenciaba de la mayoría de las maquetas, era que en ésta la mitad de la maqueta mostraba a la aeronave por su parte externa, y la otra mitad tenía el fuselaje trasparente  lo que permitía ver las butacas, los pasillos de circulación y los detalles internos de la cabina de pasajeros.
La maqueta tenia un largo aproximado de 1,5m, y gracias a su tamaño y a su estratégica ubicación  podía apreciarse también desde afuera de la oficina.
Interrumpiendo una tarde tranquila, ingresó al local una señora que segundos antes se había parado frente al ventanal para observar el MD11.
La señora fue directo hacia la la maqueta y la observó por un par de segundos. Luego con mucha naturalidad, mientras señalaba hacia la maqueta, le preguntó al funcionario del mostrador: - Cuánto sale viajar en el avión de Buquebus?
El funcionario pacientemente le explicó que ése no era el avión de Buquebus, que era un MD11 y que ella  estaba en la oficina de Varig, la aerolínea Brasileña.
Con indignación en la voz la señora respondió: - Pero si a mí me dijeron que Buquebus era acá en la esquina!!
El funcionario haciendo uso de una paciencia infinita, y realizando un esfuerzo por contener la carcajada le respondió: - Justamente señora, Buquebús está en la esquina, y nosotros estamos a mitad de cuadra!!
La señora se fue refunfuñando hacia la esquina, y yo estallé en carcajadas expresándolo con  espontáneos giros. Incluso yo, una puerta giratoria, sabía que el avión de Buquebus no era precisamente un avión ….


07 – Sé que para unos pocos representé un desafío

La mayoría de las personas que han utilizado mis servicios lo han hecho con naturalidad, espontaneidad y sin ningún tipo de inconvenientes.
Solo unas pocas han sido la  excepción, y el recuerdo de esas pocas se ha grabado en mi memoria debido a la particularidad de las experiencias que compartimos.
Creo que viene al caso, antes de pasar a las anécdotas y recuerdos de esos personajes, informarlos sobre  los orígenes de mi especie/género.
La primer patente Alemana para una puerta “estilo” giratoria (“Tur ohne Luftzug”) fue concedida en Berlín en el año 1881 a H. Bockhacker .
En Agosto de 1888 fue concedida patente en Philadelphia, USA a Theophilus Van Kannel por una puerta giratoria de 3 hojas equidistantes.
La primer puerta giratoria de madera fue instalada en 1889 en el restaurant Rector´s  de Times Square, Manhattan (Broadway entre West 43rd y 44th Streets)
Cuando a mi me “concibieron” ya se habían acumulado más de 100 años de experiencia en la utilización del sistema que permite un uso simultáneo para entrar y salir de un edificio.
Teniendo presentes estos datos, ninguno de los personajes protagonistas de estas anécdotas, más allá de su edad, podría haberse amparado bajo la excusa de que se enfrentaba a algo demasiado moderno o desconocido.
Hechas las aclaraciones correspondientes, doy paso a los relatos en sí.

Uno de los más originales fue un señor mayor que aún no llegaba a la tercera edad.
Muy erguido, elegantemente vestido, con paso rápido y decidido venía cruzando la calle  desde la plaza hacia nuestra oficina.
En cuanto subió a la vereda le bastó con un par de zancadas para presentarse frente a mi.
No lo vi estudiarme, ni tampoco dudar en ningún momento, por lo que no esperaba ninguna “genialidad” de su parte ...
Se posicionó correctamente entre 2 de mis hojas y apoyó sus manos sobre el soporte de la hoja que tenía frente a él. Hasta allí todo normal (lo extravagante estaba por venir!).
En vez de empujar mi hoja, haciéndome girar en sentido antihorario e ingresar avanzando al local (esto le hubiera llevado un recorrido de 40 o 50 cms. máximo), el señor realizó una maniobra inesperada por mi.
Luego de apoyar sus manos  sobre el soporté tiró de mi hacia él y comenzó a recular paso a paso, lentamente y con cuidado.
Aquello era algo imprevisible y yo no lo podía creer! Tampoco lo podían creer los funcionarios que lo observaban desde atrás del mostrador, ni tampoco la recepcionista que debía contener su risa para poder seguir atendiendo las líneas entrantes ..
Lentamente, paso a paso, y mirando hacia atrás siempre por encima de su hombro el señor dio un giro completo (de espaldas) en sentido horario, para así ingresar al local.
Yo no salía de mi asombro. Ya estaba acostumbrada al torpe manejo de mis hojas por parte de algunas personas, pero esto era totalmente nuevo e inesperado.
Por fortuna para el señor, y para mi  también, a ninguna persona se le ocurrió utilizar la puerta para salir de la oficina en ese mismo momento.
La buena fortuna se repitió en ocasión de su salida y no hubo accidentes. Ya para dicha oportunidad “la voz se había corrido” y eran muchos los funcionarios que expectantes observaban su peculiar manera de usar mis servicios.
Como fue el primer (y el único) en usar esta modalidad, ameritaría nombrar a dicha maniobra con su apellido. Lamentablemente el personaje nunca se presentó formalmente y solo hizo un par de consultas de precios y horarios. Debido a esta ausencia de datos decidí nombrar a dicha maniobra como el “movimiento X”.

El resto de los personajes pintorescos que recuerdo siempre se presentaron en parejas, y no tengo recuerdo de otras genialidades individuales.
Una de las mencionadas parejas estaba formada por dos caballeros de un poco más de 30 años, y los dos lucían una onda muy “casual”.
Ambos pretendieron entrar a la vez, compartiendo el espacio entre 2 de mis hojas, espacio que estaba diseñado para dar cupo a 1 persona holgadamente y no a 2 simultáneamente.
Ocuparon dicho espacio uno al lado del otro, hombro con hombro ..
Evidentemente no podían estar cómodos en dicho espacio y continuamente se iban empujando y tambaleando de un lado a otro, golpeando o contra mi eje central o contra las paredes laterales, caminando con pasitos de pingüino.
Su entrada fue al mejor estilo “The Three Stooges”, solo les faltaba la presencia de Curly.
Inmediatamente se dieron cuenta de su torpeza, y de que eran el centro de atención de los empleados. Estos últimos los miraban como no dando crédito a lo que veían.
Las miradas los hicieron sentir más torpes e incómodos aún y en cuanto se acercaron al mostrador sintieron la necesidad de justificarse.
- No … lo que pasa es que venimos de New York!  (dijo uno de ellos)
Un segundo después razonaron que en “la gran manzana” también había puertas giratorias, e inmediatamente los dos giraron sus cabezas, se miraron entre sí, dándose cuenta que cada vez hacían más el ridículo. Inevitable fue que se sonrojaran ….
Desde ese momento en más solo hablaran lo mínimo necesario como para concretar el cambio de fecha por el cual se habían presentado en la oficina.
Al salir tuvieron mucho cuidado en distanciarse uno de otro lo suficiente como para pasar por mi entre diferentes hojas.
  
La siguiente anécdota sucedió en una mañana lluviosa.
Los días de lluvia eran potencialmente peligrosos para mí. Este hecho nunca me lo habían explicado y lo debí aprender rápidamente por mi cuenta (de la peor manera).
Nuevamente una pareja era protagonista, lo único que en esta oportunidad eran 2 señoras . .
Se trataba de 2 abuelas muy pequeñitas.
En cuanto las vi supe que el espacio entre mis hojas podía dar cupo a sus menudos cuerpos. De todas maneras dudo que ellas hubieran realizado algún tipo de cálculos ….
Como la lluvia era intensa en la calle, al llegar frente a mi, sin ningún tipo de medidas, observaciones o razonamientos, se “mandaron” las 2 juntas (una adelante y la otra atrás, en el espacio entre mis 2 hojas).
Si no fuera por ellos, por los paraguas, todo hubiera salido bien.
Las señoras al llegar a la entrada habían cerrado sus oscuros paraguas.
La que iba por delante apuntaba con el suyo hacia adelante, en un ángulo aproximado de 45 grados y la que iba atrás hacía lo mismo pero en dirección opuesta.
Ese espacio no era suficiente para las 2 abuelas y los 2 largos paraguas inclinados (era evidente que los últimos estaban de más).
La primera empujó mi hoja hacia adelante no con su mano, sino con un golpe de la punta de su paraguas. Mi hoja avanzó y simultáneamente la siguiente hoja se trabó con la mitad del paraguas de la abuela que iba por detrás.
La segunda abuela se percató del problema que no les permitía avanzar y colocó el paraguas totalmente en posición vertical.
Al liberarse la “traba” la hoja trasera cedió al impulso de seguir el movimiento impuesto por la hoja empujada nuevamente por el primer paraguas.
La hoja trasera tomó por sorpresa a la segunda abuela y la golpeó en la cola. Esto la llevó a salir empujada hacia adelante, pero como no tenía espacio se tropezó con la otra abuela que iba por delante, la cual por su empujón se vio impulsada hacia adelante golpeando otra vez  con su paraguas la hoja de la puerta.
El ciclo se volvió a repetir; la hoja delantera hizo moverse simultáneamente a la trasera que tomó desprevenida nuevamente a la segunda abuela que salió impulsada por segunda vez hacia adelante ....
Repitieron el proceso 3 o 4 veces hasta que la posición de las hojas les permitió terminar  de ingresar a los empujones a la oficina.
Si  las abuelas se sintieron molestas e incómodas con los golpes y bamboleos, mucho peor me sentí yo con los empujones y puntazos de los paraguas.
Esa fue mi manera de aprender por las malas, que los días lluviosos eran días peligrosos …