Capítulos 15 al 17


15 – Un carnero loco suelto en la oficina (sexual harassment?)

La aerolínea contaba dentro de su staff con un funcionario muy especial.
Era un empleado eficiente, prolijo, puntual y además muy buen compañero, pero por ninguna de esas cualidades tenía reconocimiento entre sus colegas.
Todos lo recordaban por un aspecto específico de su personalidad, él era un “trillador”.
Sí, este simple mortal era un trillador nato. No cabe dudas que se regía por máximas como: “todo bicho que camina  va a parar al asador” /// “con hambre no existe el pan duro” /// “con faldas, igual un  escocés” /// “con pelo igual a un cepillo” ///
Este “sabueso sexual”, sin exagerar, podía olfatear una mujer a cientos de metros.
Para él no era necesario verlas, ya que en realidad las presentía!!!
Gracias a esa increíble percepción extra sensorial no era raro ver que, segundos después que una fémina atravesaba mis hojas, el hombre se apersonaba en la recepción. Esto no dejaba de maravillar a sus compañeros (que no dejaban de preguntarse como lo hacía).
Me consta que él jamás compartió con nadie su secreto ...
Una vez localizado su objetivo, él hombre se tomaba apenas unos segundos para planificar la estrategia y luego se lanzaba en pos de su presa.
Su “target” era realmente amplio, y se lo veía interesado tanto en personas del sexo femenino que recién iniciaban la pubertad, como en personas que debido a su edad hacía años habían dado por desahuciado el tema del sexo. Sus compañeros pensaban que dentro de sus objetivos no existía un tope de edad (todo le venía bien).
Cuando iban de visita a la oficina, fueron víctimas de su acoso tanto las hijas de sus compañeros, como sus madres, y hasta sus abuelas.
Lo cierto es que nuestro personaje a la hora de trillar no hacía distinciones de edad, raza, credo, estado civil, estrato social, o estado higiénico. Lo mismo se lo podía observar trillándose a la Princesa Laetitia D´Arenberg, como a una modelo, como a la gorda Marta. 
Si bien nuestro Don Juan atacaba a todo lo que se le ponía a su alcance, la mayoría de sus embistes terminaban en derrotas. Más que a la falta de atributos físicos, esto se debía a lo poco sutil de sus aproximaciones, al modo en que encaraba cada conquista ....
Observando a cierta distancia la interacción del conquistador con su víctima, sin tener el “audio” disponible, lo que se podía apreciar era una especie de baile en el cual él “llevaba el paso” y era “seguido” por la fémina, siempre en reversa, tratando de mantener distancia, girando en círculos o tan solo retrocediendo, hasta que finalmente la mujer lograba huir.
Debido al bajo porcentaje de conquistas logradas el funcionario se ganó entre sus colegas el apodo de “garúa” (jode, jode … pero no moja!), y más adelante un agente de viajes del interior lo terminó rebautizando como “carnero loco” 

Carnero con delantal, también conocido como “carnero loco”
La terminología se genera a raíz de los procedimientos de inseminación artificial en ovinos
Como fácilmente se deduce, se trata de carneros de majada comunes, a los que se le adapta un dispositivo que consiste en telas o en paños fuertes (en tejido), que cubre la región ventral del carnero, y se asegura mediante tiras. Esto es lo que se conoce como "delantal" o "chaleco", que impide al carnero el coito; pero no dificulta el salto del animal, permitiendo reconocer inmediatamente la hembra en celo.
Esta se aparta inmediatamente si esta presente el operario y si se trata de pocos animales. Cuando son muchos, se prefiere identificar a la oveja en celo por una marca, para lo cual se coloca pintura sobre el delantal del carnero, o una bolsita con tiza en polvo, asegurada por una costura. 


16 – Pasajeros con importantes valores extraviados

De tanto escucharlo pronto aprendí que en las aerolíneas es inevitable que alguna pieza de equipaje no llegue a destino al mismo tiempo que su propietario. Sé que todo se planificaba para evitar este tipo de acontecimientos, pero en algunas ocasiones se daban situaciones que sobrepasaban las previsiones, y ocurría el desencuentro de pasajero y equipaje.
En cuanto el pasajero detectaba que su valija no había llegado se ponía en contacto  con el personal de aeropuerto y realizaba la denuncia correspondiente. A partir de ese momento se ponía en marcha un proceso de rastreo que habitualmente finalizaba con la ubicación del equipaje perdido, y  con la posterior entrega del mismo a su propietario.
Después del quinto día que el equipaje permanecía sin ser hallado, el pasajero ya podía iniciar las gestiones en la aerolínea para ser indemnizado bajo el concepto de perdida total.
Muchos pasajeros conocían de ante mano estas disposiciones y si su equipaje no arribaba con ellos, en el momento de realizar la correspondiente denuncia, exageraban al detallar la cantidad, calidad y valor de sus pertenencias. La idea era aprovechar la incómoda situación para sacarle el máximo beneficio en caso de que su equipaje jamás fuera localizado.
Luego del plazo pautado llegaban a la oficina central de la aerolínea los formularios de denuncia de equipaje extraviado, para allí iniciarse el proceso de indemnización final.
Escuché de labios de una funcionaria, al leer un formulario de reclamo en voz alta, que en una pequeña valija tipo carry on podían caber 3 trajes italianos Giorgio Armani, 5 camisas Pierre Cardin, 6 corbatas italianas, 3 pares de zapatos Gucci comprados en Milán, una cámara réflex Nikon, un reloj Rolex y varios conjuntos de lencería sexy adquiridos en Victoria´s Secret (los cuales se traían como regalo). La cifra exigida como indemnización por el propietario de dicha valija permitía comprar fácilmente varios billetes aéreos al destino desde donde retornaba el pasajero.
Durante dos días seguidos el perjudicado se presentó en la oficina central exigiendo el pago inmediato de la indemnización y además, por el monto total que él exigía.
La reglamentación internacional vigente le permitía a la aerolínea compensar al pasajero con USD 20 por cada kilogramo de equipaje extraviado. Esto no era aceptado por el pasajero el cual insistía en recibir la cifra que él estimaba correcta por sus pertenencias.
Al tercer día se logró ubicar la valija y en cuanto ésta llegó a Carrasco la oficina central fue  inmediatamente notificada.
Como la valija había llegado con su cerradura rota en el aeropuerto debieron chequear el contenido de la misma (ya que el pasajero podía reclamar algún faltante en su contenido). El personal de aeropuerto pudo constatar que el contenido de la valija distaba mucho de lo detallado. Estaba formado solo por unas camisas de los 4 Ases, unos gastados calzoncillos Gino Paoli, un par de zapatos que ya precisaban media suela, y 3 pares de medias sin lavar.
El detalle de las pertenencias fue informado a la oficina central, y desde aquí llamaron al pasajero para que fuera al aeropuerto a retirar su valija.
A pesar de que se lo solicitaron, el perjudicado se negó a abrir su valija en presencia de funcionarios de la aerolínea argumentando que no había problema, que estaba seguro que todas sus pertenencias estarían allí.
Este señor nunca volvió por la oficina central ...


17 – Los días más tristes de la aerolínea brasileña

Mis hojas presenciaron tristes momentos de esta oficina de la aerolínea Brasileña.
El primero de ellos fue debido a una progresiva descapitalización de la empresa.
Para detener la situación se llevó a cabo una reestructura a nivel general en la empresa, lo que implicó que cada base debiera reducir sus recursos humanos.
Una tarde nefasta en la aerolínea fueron despedidos casi 30 funcionarios entre personal de la oficina y de aeropuerto.
Se informó que la elección del personal a ser cesado fue hecha en la casa matriz de la aerolínea  pero este comentario no convenció a nadie.
Muy buenos funcionarios se alejaron de la empresa en esa oportunidad ...

Otro momento especial en la empresa fue ese triste 01 de Mayo de 1994, día en el cual el gran piloto de Fórmula 1, Ayrton Senna, perdiera la vida en un accidente durante el Gran Premio de San Marino.
Ese día y los siguientes fueron de luto para el pueblo Brasileño y por consiguiente también para la aerolínea.

Pocos años después una segunda gran reestructura se llevó a cabo en la empresa y en esta oportunidad el recorte fue mucho más grande que el anterior.
Si bien los funcionarios intuían una posible reestructura nunca lograron ponerse de acuerdo en cuales eran las posibles medidas a tomar o que planteamientos realizarle a la empresa como alternativa a los recortes.
Lo inevitable llegó y finalmente tan solo quedaron formando parte del staff de la oficina aproximadamente unos 20 funcionarios (inicialmente, cuando llegué a la empresa, eran un poco más de 100 los que trabajaban en la aerolínea entre la oficina central y el aeropuerto).
Los funcionarios que siguieron desempeñando funciones en la aerolínea lograron salir adelante y cumplir con las metas exigidas por la casa matriz, pero el espíritu en la oficina ya no era el mismo ...